Ayer en Lauaxeta Ikastola, los padres de alumnos de infantil, tuvimos la
ocasión de reflexionar gracias a la charla acerca de la sobreprotección y
frustración en la infancia. De la mano de la psicóloga y doctora en psicología
Angela Magaz, aprendimos que los bebés necesitan efectivamente ser
sobreprotegidos, pero los niños necesitan ser protegidos y que el desarrollo
que nuestros hijos tengan en sus vidas, dependerá de las bases que
establezcamos ya desde la etapa infantil.
Aprendimos que nuestra tendencia
natural es la de querer que nuestros hijos-as sean felices, todo el tiempo
posible, pero que sin embargo, que eso sea así, lejos de lo que podamos pensar
en un primer momento, es perjudicial para ellos y puede derivar en que
precisamente al final, no acaben siendo tan felices como podrían.
Y es que no necesitamos más que
recordar las dificultades que cada uno de nosotras/os hemos pasado en nuestras
vidas y lo mucho que hemos podido aprender de ellas.
Enfocado así, descubrimos que no
existen emociones positivas y negativas, sino que todas guardan algo de
utilidad y nos sirven para crecer.
En ese sentido, el enfado, la
ira, la rabia de nuestros hijos, además de ser algo natural, les enfrenta con
la frustración y les hace desarrollar habilidades para la negociación, para
defender sus intereses y para lograr aquello que desean y les abre la
posibilidad de entender lo que hay de bueno en eso que a corto plazo no desean.
Les ayuda a resolver conflictos, a enfrentarse con los problemas, … y todas esas
competencias, son muy necesarias para su felicidad.
Esta visión nos ayuda a
reinterpretar sus quejas, sus enfados o sus discusiones, a respetarlas, como
expresión de su punto de vista y de su identidad, a entenderlas como una
emoción natural y a pensar que lejos de hacernos sentir mal porque no conseguimos
que sean felices en ese momento, esos episodios son pilares muy significativos
para su desarrollo y bases importantes para lo que buscamos en última
instancia: que sean felices.
Gracias por ayudarnos a llegar a esta conclusión.
#Lauaxetaikastola #educación